Ayer concluimos una nueva semana en la que hemos entrado en la Cuaresma, un tiempo ideal para preparar nuestros corazones para la Pascua.
Un poco de formación
El lunes recibimos la visita de José Carlos y Ana, delegados de Apostolado Seglar de nuestra diócesis, quienes nos estuvieron informando del Congreso de Laicos, o mejor dicho, el Congreso del Pueblo de Dios celebrado en 2020.
También nos dieron las claves de como debemos actuar para ser verdaderamente Iglesia en salida y sinodal.
Tiempo de penitencia
Como decíamos arriba, esta semana pasada hemos estrenado el tiempo cuaresmal. El miércoles se impuso la ceniza, y, en su meditación semanal de cada jueves ante el Santísimo, nuestro director espiritual, D. José Luis Laguía, nos recordó que Dios le da a cada cosa su tiempo, tiempo que nosotros debemos aprovechar con la gracia que Dios nos otorga para ello, y que no existe cuaresma sin conversión profunda.
También nos animó a leer el mensaje del Papa Francisco para la cuaresma (disponible aquí), y nos dejó una bella reflexión sobre como Dios se adapta a nuestros planes, pero que, si le dejamos hacerlo, los transforma para hacer de los suyos, planes para nosotros.
Para terminar con las actividades propias de la cuaresma de esta semana, el Viernes celebramos el Via Crucis, meditando cada una de las estaciones desde la óptica del Amor del Padre.
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